En aquel tiempo todo era felicidad, pero ahora cada vez me extrañas menos, no me importa si las personas se van a alguna parte, solo guardo los buenos recuerdos.
Me puse a contar los encuentros y despedidas y son tantos como el numero de estrellas, al perderlo todo no es necesario deprimirse, basta con mirar hacia adelante, con alegría y tristeza, volver a empezar de cero ya que mañana los dos nos sentiremos bien al dejarnos llevar como las flores en el viento, igual que en el verano.
Solo tenemos que disfrutar el momento...
jueves, 26 de agosto de 2010
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