viernes, 17 de octubre de 2014

Leyenda de la princesa rosa

Hace mucho mucho tiempo, existía una princesa muy hermosa, llamada la princesa rosa.
Esta tenia la extraña habilidad de curar cualquier herida o enfermedad.
Pero un hombre avaricioso vio su poder y la capturo.
El misterioso poder de la princesa rosa, su belleza que ofuscaba a la mismísima luna y al final, la historia de la eterna y hermosa princesa rosa se expandió por el mundo.
Muchas de las grandes figuras se presentaron en busca de un matrimonio con ella, así que su señor la oculto donde nadie podría encontrarla.
Su señor le dio todo lo que quería, excepto su libertad.
El tiempo paso y al final, un hombre solitario se presento ante la princesa.
Superando los múltiples obstáculos que dificultaban el camino, el hombre, que había recorrido todo ese camino, se enamoro de ella a primera vista, aunque había acudido para acabar con su vida, por todos los problemas que su existencia le estaba causando al país.
Llevándose consigo a la princesa, el hombre escapo.
Y aunque la princesa perdió su poder en el camino, al hombre no le importo.
La princesa tuvo una hermosa niña, pero por desgracia la niña se enfermaba fácilmente.
Pero ella sabia, que a cambio de su vida, por una vez, se podría cumplir su deseo.
La princesa no dudo.
"Aunque me convierta en una simple rosa de nuevo, mi corazón siempre sera tuyo."
Por eso, para evitar ser capturadas de nuevo, las rosas tienen espinas.
Las espinas, son prueba del amor de la princesa, ¿No es así?



lunes, 6 de octubre de 2014

Escuchen niños

Las lagrimas son útiles porque pueden limpiar nuestros sufrimientos.
Pero algún día, cuando se conviertan en adultos, llegaran a saber lo siguiente.
Hay grandes sufrimientos que las lagrimas no pueden limpiar.
Hay sufrimientos importantes que no se deben limpiar con las lagrimas.
Por eso las personas que son realmente fuertes, sonríen cuando tienen ganas de llorar, cargan con todo su sufrimiento y siguen hacia adelante sonriendo.
Ahora pueden llorar todo lo que quieran, pero algún día, conviértanse en personas fuertes que sonríen.
Por eso dejemos tanto entrenamiento, y practiquemos sonreír